Como ciudadano, y parte de una sociedad, en ocasiones llegan intercambios con otras personas, en donde se debe corroborar si lo que se está haciendo está cobijado por la ley. Es decir, cuando se toma el tiempo necesario para hacer un análisis que permita establecer la validez legal de cualquier clase de trato, intercambio, herencia, etc.
En este orden de ideas, el notario público es la figura encargada de efectuar esta validación legal. Por lo que tiene el conocimiento suficiente para analizar a la luz de la ley las condiciones en que se desarrollan las interacciones de los ciudadanos. Es decir, sus funciones principales son:
- La firma y establecimiento de las herencias familiares.
- Servir como testigo a la hora de establecer la veracidad de palabras dichas, juramentos realizados o pactos establecidos entre dos o más partes.
- Reafirmar la validez de toda clase de documentación legal y/o copias de las mismas.
El notario público, un pilar para el orden social
Como se puede apreciar, basado en las responsabilidades más comunes de los notarios, la labor principal del notario es la de tener una palabra de credibilidad que acarree peso legal. Es decir, de agregar una trascendencia a la información contenida en toda clase de documentos legales, de manera tal que adquieran un valor extra.
Ahora bien, es claro que el valor del contador subyace no solo en su conocimiento de la ley, sino en la validez de sus juicios de valor. Por lo tanto, un notario público hace referencia a una persona cuya profesión misma está sustentada en la confiabilidad y profesionalismo.
De manera tal que la labor de un notario público es una irremplazable e inmutable. Lo que significa que, a través de ellos, es la única manera en que se puede dar una genuina veracidad a cualquier clase de documentación legal que se desee tramitar.
Por lo tanto, es necesario contar con el conocimiento de este recurso propio de la organización misma de una sociedad. Puesto que puede llegar a presentarse situaciones en donde el apoyo de un notario público pueda marcar la diferencia entre recibir una merecida herencia de parte de un familiar querido; o, afrontar un sinfín de disputas legales por la avaricia de miembros de la familia con pocos escrúpulos.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado, el rol del notario público es una de las piedras angulares que permite que la sociedad pueda seguir funcionando día a día.
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